Existen dos clases de personas en el mundo: Las que saben cocinar y las que no. Si eres de las primeras, es decir, si sabes y te encanta cocinar, tienes entre tus manos una "deliciosa" oportunidad de negocios.
Dar clases de cocina requiere básicamente de una cocina bien equipada y de tus conocimientos en las artes culinarias. Un certificado extendido por un instituto culinario de prestigio, o el simple hecho de contar con el talento y la experiencia empírica en la cocina, pueden ser el punto de partida para emprender tu negocio de clases de cocina.
Cocina típica, china, tailandesa, italiana o de cualquier otro país del mundo. O cocina elemental para personas que desean iniciarse. Incluso preparación de especialidades (sopas, asados, postres, etc.). Las posibles ofertas de cursos de cocina son casi infinitas.
Un anuncio sencillo en las páginas amarillas de la guía telefónica, o en los clasificados del diario local, te permitirán conseguir tus primeros clientes. Para averiguar el precio que podrías cobrar por curso o por hora-clase, bien podrías hacer un poco de inteligencia de mercados, llamando a otros oferentes de este servicio, y preguntando por sus precios, como si tal fueras un cliente potencial. Esto te dará una referencia respecto de los precios que podrías ofrecer.
Anímate a explotar tus habilidades y talentos en la cocina, y comparte también así tus conocimientos con mucha gente. Los comensales del mundo te lo agradecerán.