A todo niño le encanta ir de pesca con su papá: es una ley de la vida. Algunos de los recuerdos más maravillosos que tengo, son de las tardes en que mi papá me llevaba a pescar, aunque no lográramos sacar del agua más que alguna bota vieja.
Proveer esta actividad como un servicio, puede resultar ser una estupenda idea de negocios; por supuesto, para siquiera considerar un negocio como este, habrá que cumplir con una condición sine qua non: tener acceso a un cuerpo de agua lo suficientemente importante como para poder albergar peces de forma natural, como un pequeño lago, laguna o un río. Si Ud. posee, digamos, una propiedad rural con un río o un pequeño lago, y está ubicada en las cercanías de una ciudad, esta idea de negocios podría ser para Ud.
El servicio que mencionamos, no tiene por qué ser costoso o complicado. En este y en todo servicio, lo que se debe priorizar (y con base en ello planificar todo el negocio), es satisfacer una necesidad de los clientes. En este caso, la necesidad de distracción, de “relax”, personal o familiar. No se necesitan muchas cosas adicionales para satisfacer esta necesidad, si ya se cuenta con el lugar descrito previamente, pues la misma naturaleza del sitio, su belleza escénica propia, es lo que principalmente ofrecerá a los visitantes, esa sensación de paz que buscan, y la oportunidad de pasarla bien en familia, con los niños, con la pareja, o con los amigos.
Lo que se necesitaría para echar adelante un negocio así sería, en términos sencillos:
1. Publicitar el sitio. Un buen rótulo o cartel a la orilla del camino, señalando la disponibilidad del servicio y su ubicación exacta, podría bastar; aunque alguna inversión adicional en avisos en diarios o revistas especializadas en pesca por ejemplo, podría contribuir muy efectivamente a atraer a personas interesadas en los servicios ofrecidos.
2. Compra de dos o tres docenas de cañas de pescar sencillas y unas cuantas de tipo profesional.
3. Sillas plegables fáciles de transportar a cualquier punto de la orilla del lago o río.
4. Cubetas o recipientes similares, para transportar la carnada.
¿En qué consiste el servicio? Sencillamente en cobrar la entrada a tu propiedad junto al lago o río, para que los visitantes puedan pasar una agradable tarde de pesca con los niños, con la pareja o con los amigos. Tus clientes pueden traer consigo sus propias cañas de pescar y carnada, pero también puedes ofrecer rentar o alquilar cañas de pescar y sillas, y vender carnada (gusanos que pueden criarse también), para aquellos visitantes que no los traigan consigo. Los peces capturados son propiedad del gran pescador o pescadora que logró la hazaña.
Por supuesto, a un servicio como este se le pueden agregar otros varios, la imaginación y lo que pidan los clientes son el único límite: alquiler de pequeñas lanchas a remos, para quienes deseen adentrarse en el agua para pescar (incluido en la tarifa el uso de chalecos salvavidas), venta de aperos para la pesca (cañas, hilo de pesca, gorras de pescador, revistas sobre el tema, etc.). Incluso podría invertirse en alguna infraestructura adicional, como podría ser un pequeño muelle, cabañas o casetas donde poder instalar hamacas para descansar y poder comer un almuerzo sencillo, que también se podría ofrecer, a modo de centro campestre.
En cuanto al precio a cobrar, obviamente dependerá del país en que vivas y del poder adquisitivo promedio de la clientela meta, pero en general podría fijarse en el equivalente a entre US$5.00 y US$10.00 por persona, por el ingreso al sitio, incluido el alquiler de una caña de pescar sencilla más una cubeta pequeña de carnada. Los servicios y productos adicionales se cobrarían aparte.
¿Qué opinas de este negocio? Si tienes consultas o comentarios, nos encantaría leerlos.