Repartidor de diarios

Esta es una idea de negocios para niños, típicamente: repartidor de periódicos. Si puedes montar en bicicleta y no te importa levantarte bien temprano en las mañanas, esta actividad puede dejarte algunos pesos extra al final de la semana.

En prácticamente toda ciudad, los diarios locales o nacionales son distribuidos mediante el uso de vehículos hacia los puestos de venta diseminados en puntos estratégicos, ubicados en calles o avenidas muy transitadas por personas que van a sus trabajos, centros de estudio, etc. En estos puestos los diarios están disponibles libremente para quien desee comprarlos; generalmente en estos puestos puedes encontrar también revistas de todo tipo (deportivas, para mujeres, historietas, almanaques, etc.), así como golosinas y otras chucherías diversas.

Sin embargo, cuando se trata de hacer llegar el diario a los clientes que lo han adquirido por suscripción fija, casi siempre anual, el sistema usado es la entrega a domicilio; aquí es donde cualquier chico adolescente con su bicicleta, puede hacer negocios. Basta con acercarse al centro de distribución más cercano del diario y ofrecer sus servicios de repartidor, por ejemplo para el barrio en el que habita, o algunos barrios cercanos.

El diario puede entregarse rápida y fácilmente simplemente arrojándolo a la puerta de la vivienda del cliente, mientras vas en tu bicicleta. El diario se enrolla y se ata con un pequeño cordel, generalmente provisto por el centro distribuidor del diario en cuestión.

Los ingresos percibidos generalmente consisten en un estipendio básico, o bien una pequeña comisión calculada sobre el número de diarios entregados, o una combinación de los dos; hay todavía una grata fuente adicional de ingresos: las propinas que algunos clientes suelen ofrecer a sus repartidores, siendo que se trata muchas veces de chicos o chicas que viven en la misma cuadra o barrio, y por lo tanto los conocen a ellos y a sus familias, desde tiempo atrás.

El truco para ser un repartidor exitoso, que siempre tendrá trabajo y será incluso solicitado por los clientes, consiste simplemente en ofrecer un servicio de calidad;

En el caso de esta idea de negocios, la calidad en el servicio implica:


1.       Puntualidad. El diario debe ser entregado a la hora acordada (generalmente bien temprano en la mañana, si el diario es matutino, o bien por la tarde si es vespertino). A nadie le gusta quedarse esperando por su diario, de modo que la consistencia en llegar siempre a la misma hora, es muy apreciada. Esto vale para cualquier servicio en realidad.

2.       Amabilidad. El repartidor debe ser atento y amable con sus clientes, cuando se los encuentre en el momento de entregar el diario. Un “Buenos días! ¿Cómo está Ud. esta mañana?” resulta un muy agradable complemento a un buen servicio.

3.       Servicio extraordinario. En ciertas ocasiones, ocurrirá que el diario debe ser entregado a un cliente con algún impedimento físico, bien sea por su edad o por su condición de persona con capacidades diferentes; un anciano, o una persona que se movilice en silla de ruedas, podrá encontrar difícil salir a buscar el diario que se entrega; en tales casos, lo correcto es bajar de la bicicleta y entregar en propia mano el diario al cliente, junto con una sonrisa y un saludo.

Por supuesto, no solamente niños pueden aprovechar esta oportunidad de negocios; muchos jóvenes adultos, o adultos de cualquier edad trabajan también como repartidores, y solamente de diarios, sino de revistas y otros materiales escritos contratados por suscripción fija. En estos casos, cubren generalmente zonas más amplias de la ciudad, y lo hacen en motocicletas o en automóviles.

Cuéntanos si alguna vez fuiste repartidor cuando niño, y cuál fue tu experiencia. O si nunca lo fuiste y deseas serlo, y tienes consultas, con gusto las responderemos.